Rompiendo mitos del cuidador consciente

POR JUAN CARLOS MENCHON CISNEROS
24/11/2020

Rompiendo mitos del cuidador consciente

Existe un grupo de personas luchadoras que debe ser atendidas y escuchadas. Lo más prioritario es desmontar mitos sobre el “sindrome del cuidador quemado” (burnout) para poder atender esta situación y ser conscientes.

Estar en contacto durante catorce años con personas con discapacidad asociada a una dependencia, me conduce a la obligación de tratar el tema de los “cuidadores”.

¿Quién cuida a los cuidadores?. Quiero compartir contigo un punto de vista de este grupo de luchadores/as que afrontan cada día situaciones de verdadero agotamiento, en muchas ocasiones desesperación que conducen a la sensación de fracaso y desgaste. Se puede decir que generan el “síndrome de personas quemadas” (burnout).

¿Que es un cuidador/a?

  • Los cuidadores/as son la garantía de la calidad de vida de las personas dependientes y/o discapacitadas.

¿Qué es burnout del cuidador/a?

Es el agotamiento del cuidador/a. Se trata de un estado de fatiga o de frustración. Esto puede llevar a perder el sentido profundo de lo que estamos haciendo y acabar influyendo en la motivación esencial que mantiene al cuidador en su compromiso.

Como te he comentado, tomar conciencia y desmontar los mitos asociados a este tema es una prioridad.

¿QUÉ MITOS TIENE QUE ROMPER EL CUIDADOR/A QUEMADO?

Mito 1: Cuantas más cosas hago por él o ella mejor le cuido.

Cuidado con este pensamiento, pues puede llegar a perjudicar a la persona dependiente y/o discapacitada. No olvidemos respetar los ritmos y dejar hacer aquello que puedan hacer por sí solos. La intervención debe realizarse solo en aquellas tareas que la persona no sea capaz de realizarla por sí sola. El cuidador/a muestra una inseguridad y dependencia absoluta, donde tampoco decide delegar ninguna tarea a familiares o profesionales. 

Mito 2: El desgaste significa ser débil

Para las personas que padecen “síndrome de burnout” es muy común adentrarse en este pensamiento basado en la creencia de que todo el mundo parece tener los mismos problemas y los manejan diez veces mejor, así que ¿por qué debería ser más difícil para ellos?

Cuando estás agotado/a e invadido/a por sensaciones negativas, es muy sencillo auto-castigarte incluso de manera injusta. 

Mito 3: Nadie le cuida como yo.

A este tipo de creencias yo les llamo “suicidas” porque pueden llegar a ser peligrosas. La persona que interioriza esta idea cierra las puertas a la ayuda externa, lo cual, aumenta el nivel de estrés y favorece la pronta aparición del burnout o síndrome de la persona quemada. Es cierto que nadie va a querer a la persona dependiente como su cuidador principal, sin embargo es necesario dejar la puerta abierta a terceros para desconectar y estar abierto a nuevas posibilidades y aprendizaje continuo.

Mito 4: Derrotar este síntoma requiere grandes cambios.

Cuando las personas se enfrentan al síndrome de burnout es muy común que eviten reconocerlo por miedo a fallar a la persona dependiente. La verdad es que no hay que hacer grandes ajustes para poder hacerlo. El establecimiento de pequeñas acciones, la delimitación de límites en la vida personal y generación de vínculos con otros cuidadores, familiares o profesionales pueden parecer pequeños cambios, pero ayudarán considerablemente a aliviar el padecimiento si los conviertes en hábitos.

Mito 5: Todo es un secreto.

Si estas sufriendo síndrome de burnout es muy probable que otras personas ya hayan comenzado a notarlo, el agotamiento, cambios bruscos de humor, aislamiento social, problemas físicos que surgen como consecuencia de este trastorno son con frecuencia evidentes.

Mito 6: Los cuidados son cosas de mujeres

Esta idea está muy extendida, sobre todo en zonas rurales, y atiende principalmente a un lastre cultural. No es cosa que venga marcada en el ADN femenino, sino que de manera cultural, las tareas domésticas y los cuidados personales se han asignado a la mujer. Está comprobado que ambos sexos pueden realizar esta tarea. Tan solo es necesario eliminar barreras psicológicas y creencias colectivas.

Mito 7: Lo único que necesitas son vacaciones.

Este es probablemente el mito más frecuente alrededor del síndrome de Burnout. Cuando alguien escucha algo como “me siento agotado, estresado, o con demasiada presión”, parece entender que lo que la persona agotada necesita es simplemente un viernes libre.

Esto sucede porque con frecuencia nos es muy difícil identificar la diferencia entre el estrés y el desgaste del día a día; tendemos olvidar que, si bien una solución rápida podría reducir el problema, este reaparecerá tarde o temprano porque no es atacado de raíz. Para aliviar este padecimiento es necesario identificar el origen del problema.

Mito 8: Síndrome de burnout = depresión

Aunque el síndrome de burnout y la depresión parecen estar relacionados de alguna forma, los investigadores aún tratan de precisar cómo es que una influye en la otra y en qué casos. La creencia predominante es que alrededor del 20% de los casos de burnout puede explicarse por depresión y viceversa, por lo que el 80% de las ocasiones existen otros factores en juego.

Mito 9: El estrés y el burnout son iguales.

Es evidente que todo el mundo ha sufrido una que otra vez un poco de estrés, pero una vez que este estrés empieza a transformarse en burnout, entonces acaba siendo algo mucho más problemático. Por lo tanto es imprescindible identificar el burnout a tiempo así como combatir los síntomas de burnout tan pronto como sea posible.

Es por lo tanto prioritario tener presente que, a diferencia del burnout, el estrés no es un trastorno. Es por ello que el burnout tendrá unas consecuencias y unos síntomas más graves que el estrés.

CLAVES PARA IDENTIFICAR “BURNOUT”.

¿Cómo podemos reconocer si nos estamos acercando al síndrome o si lo estamos viviendo? Hazte estas preguntas:

¿Todo te da igual?

¿Has dejado de sentir emociones?

¿Te has vuelto cínico o crítico con todo?

¿Te sientes irritable, susceptible, quisquilloso o impaciente con tus familiares próximos?

¿Te falta energía?

¿Te falta satisfacción?

¿Te sientes desilusionado?

¿Estás consumiendo excesiva comida, drogas, juegos o el alcohol para sentirte mejor?

¿Tus hábitos de sueño o apetito han cambiado?

¿Estás preocupada/o por los dolores de cabeza inexplicables, cansancio, dolores de espalda o de cualquier parte del cuerpo u otros problemas físicos?

Si has contestado SÍ a varias de ellas, quizás podrías estar viviendo una situación difícil que puede desencadenar en “burnout”. Trabajemos si lo deseas, el origen y el desencadenante de esta situación.

Quien se encuentra en un trastorno de comportamiento por lo general no se da cuenta de que lo está viviendo y es la gente de su entorno quienes lo detectan y pueden ayudar para que retome el camino de la vida.

Complementario a este artículo te regalo mi ebook “18 Claves para Transformar y Liderar tu Vida”, donde está basado en la experiencia con cientos de familias que padecen el “síndrome del cuidador quemado”.

Me encantaría que comentaras este artículo más abajo, si te sientes identificado o alguna duda que tengas al respecto. Me pongo a tu disposición.

Como último favor me encantaría ayudar a todas las personas posibles, ¿me echas una mano?, solo te pido que compartas en redes sociales.